No supe cómo es que las conocía, tampoco el por qué de mi fervor al padre, las once hermanas marchaban detrás del silencioso Schwob, cabeza abajo. Mirándolos desde la ventana de coche yo abandonaba el pueblo, sonriendo con dolorosa malicia como cuando se deja una vida detrás. Ni los amores ni sus muertes lograron detenerme, no me reconocí entre aquella noche, hasta que alguien me llamó: ¡Monelle!..
Texto ganador en Punto de lectura. ¡¡!Gracias por los libros, me servirán mucho!!!
Pintura: Mark Ryan
Ana Anita Anota
la verdad no entiendo nada lo que escribes jajaja, no soy muy brillante que digamos. pero se lee interesante jajaja. Algo que me gusta mucho de tu blog son las fotos tan chidas que pones, son muy bizarras, pero chidas.
Bueno, en cuanto a otras cosas, pues te mando este comentario por que me obligaste jajaja no te creas Anita. Me caes muy bien y tengo mucho tiempo sin verte. haber si pronto te dejas ver, eh? que ya ni cuando estoy en el centro te veo y antes cada vez que iba te veia jaja que extraño, no? Debes tener mucho que hacer, es bueno Ana, sigue hechandole ganas a madres, eso garantiza el exito y no es mamada, aunque sabes? algo gracioso es que creo que no tendras muchos problemas para eso, lo has demostrado.
Portate bien y sigue escribiendo, cuando pongas cosas nuevas en tu blog me recuerdas, eh? Te quiero Anita
Me gusta. Enigmático, brillante, almíbar acerbo.
Me gusta.
Felicidades.
despues de leer esto más que nada me dió coraje Caro, si coraje, con esta narrartiva y no mas no se ha animado complacernos con su presencia en el taller, yo se que con o sin, uno escribe y eso se ve en este texto claramente, pero ps mas rico compartir con los cuates el proceso no, con toda la libertad de que nadie que no esté autorizado meta mano... bueno pienselo, es más ya no lo piense, no s vemos el sabado 23, digo...